Me veo despidiendome de una serie que quizá no encontró acomodo entre las audiencias pero sí dejó un hueco vacío en mi foto de familia. Marco Ruiz y Sonya Cross, con sus vicios y sus virtudes, llegaron y se quedaron en una primera temporada difernte y excitante. La segunda temporada arrancó cerciorándose de que el envite que había dejado en la primera era dificil de superar y, sin embargo, para mí si estuvo a la altura.
Hay series que son calcadas capitulo tras capítulo alargándose hasta las diez temporadas, y que una serie como The Bridge sea cancelada en su segundo año me resulta dificil de digerir. Para mi la serie luchaba por encontrar su personalidad, notaba que se movía entre lo detectivesco y lo breakingbadiano (si existe ese palabro), y creo que llevaba camino de encontrar más puntos fuertes durante la segunda temporada.
Para mí, su cancelación es una triste despedida en el muelle mientras el barco zarpa. Ellos se van, quizá vuelvan algún día (rumores apuntan a que los productores estarían buscando una cadena alternativa), pero qué dificil es dejarles marchar. Demian Bichir y Diane Kruger eran actores que insuflaron una personalidad distinta y característica a sus personajes, hasta hacerlos potentes.
Y ahora se marchan, cuando ya eran de la familia.
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