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domingo, 5 de septiembre de 2010

Invisible (Lo que no se ve)


Nick es un joven y modélico estudiante en el instituto, escribe poesía, no tiene padre y su madre se opone a sus iniciativas. Su buen amigo Pete se endeuda con una pandilla de jóvenes en el instituto comandada por Annie, una joven con problemas domésticos y una tendencia autodestructiva. Pronto, los caminos de Nick y Annie se cruzarán, dando lugar a sucesos trágicos, mentiras y sacrificios.


Destripando.

Nick (Justin Chatwin) es un joven estudiante que intercede entre su amigo Pete (Chris Marquette) y la banda de gánsteres juveniles comandados por Annie (Margarite Levieva), un alma rebelde y torturada. Esta interferencia tendrá consecuencias devastadoras para todos.

Película de 2007, remake yanki de su homónima sueca. Invisible es un thriller con una historia que tiene su mejor punto en la producción, en la cámara que nos enseña la historia y en un comienzo prometedor. La pega es que a medida que avanza la película y las piezas van encajando, la trama desgranada recuerda globlalmente a Ghost: más allá del amor (1990); tirando por tierra el trabajo de ser la nueva perla de culto adolescente y dejando la sensación de película blanda y juvenil.

El elenco actoral está bien cimentado y sin salirse del guión ni establecer puntos algidos de interpretación, sostiene una trama y genera la tensión suficiente para esperanzar al espectador. Y este no se aburre, más bien se decepciona cuando el hilo de la película llega al final y descubre promesas vacuas y repetitivas.

Aún con esto, la película entretiene si el mayor objetivo del espectador es pasar dos horas de un domingo frente a un televisor con un bol de palomitas y saboreando un película bien hecha y bien llevada. Lo cual en estos días, no es poco.