Páginas

sábado, 17 de octubre de 2009

Let the Right One In

Oskar es un muchacho de doce años, sus padres están separados y vive con su madre, unos compañeros de colegio no dejan de acosarle y acaba de conocer a su joven vecina llamada Eli. Pronto, Oskar descubrirá todo un mundo oculto en los enigmáticos ojos de la chica y los temibles secretos que puede ocultar una niña de su misma edad.


Destripando.

Toda una sorpresa esta Låt den rätte komma in (en español recibió el título de Déjame entrar) para un inexperimentado en lo que respecta al cine sueco. Y más sorpresa aún cuando percibo que la película trata sobre el género de los vampiros.

Oskar es un chico de doce años y como es propio de su edad se aburre, se divierte, juega, es acosado por compañeros de colegio y no tiene ni idea de muchas cosas. Conoce a su nueva vecina, Eli, una chica enigmática y bastante rara la cual no toma dulces, no recuerda el frío y resuelve el cubo de Rubbick en un tiempo récord. El desarrollo de la película desgrana la experiencia vital de los dos protagonistas y el desarrollo hacia la madurez de ambos.

La película es lenta, sorprendentemente sombría, metículosa en sus detalles, siniestra, bien filmada y con una originalidad única: la perspectiva del vampiro vista desde los ojos de una niña. Y no crea el espectador que por tener niños en el film va a ser más ligero su contenido, ni mucho menos, el metraje tiene todos los ingredientes del género: muerte, sangre, luz del día, animales que odian a los vampiros, contagiados, víctimas, asesinatos, etc. Aunque hay que notar que más allá de la película de vampiros, está la historia que surge de la amistad de dos críos. El film es perturbador, mezcla sin ningún pudor el amor, los vampiros, la carnaza humana y riega todo ello de un humor fino, negro y exquisito.

La película es lírica pura, la cámara se mantiene en todo momento en un estado de gracia tal, que nos permite sentir cualquier sentimiento reflejado en la pantalla. A destacar el trabajo de la chica: Lina Leandersson, cuya dulzura y belleza femenina compagina de maravilla con su vertiente vampírica, salvaje y sanguinolenta. Y el chico, Kare Hedebrant, el cual tiene momentos de humor sublimes (sus primeros planos no tienen desperdicio).

Let the right one in puede posicionarse muy facilmente entre las películas de vampiros por excelencia, esas que se recuerdan como míticas. Quizá el tiempo le de la razón al metraje, ya que algunos de mis conocidos todavía no se han dado cuenta de lo que tienen entre manos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario