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domingo, 20 de septiembre de 2009

Duplicity

Claire Stenwick y Ray Koval son dos agentes secretos que se adentran en el mundo del espionaje industrial para lucrarse con la dura competencia entre dos multinacionales que harán lo necesario para poseer el secreto de un invento que hará ganar millones.



Destripando.

Clarie Stenwick (Julia Roberts) y Ray Koval (Clive Owen) son dos agentes que trabajan para sus respectivas agencias de seguridad, una en la CIA y otro en el MI6, que intentarán sacar partido lucrándose con el espionaje industrial privado en dos empresas manejadas por el todopoderoso Howard Tully (Tom Wilkinson) y el despiadado Dick Garsik (Paul Giamati).

El enfrentamiento entre ambas da pie a una consumada y planificada colaboración de nuestros dos espías para infiltrarse en ambas y encontrar la fórmula de un invento para poder retirarse de ese mundo. A medida que el metraje discurre, vemos a los protagonistas jugando al gato y al ratón de cara a los empresarios mientras un amor se va fraguando entre ellos. Un amor, claro, que en el mundo del espionaje puede ser un "te quiero" con una daga sujeta a la otra mano.

A decir verdad, la película me resultó algo parecida en su desarrollo a Ocean´s Eleven. Su música, los planos multisecuencia, el estilo de los decorados, las localizaciones... todo me parecía haberlo visto en la película de Soderberg.

No es mala película si uno se centra en su uso como mero entretenimiento. Quien quiera rebuscar más en su argumento podrá encontrar trampas, flashbacks y algo de tensión. Aunque para mi persona, el autor de este blog, la película llegó a ser tan blandita que mi pensamiento fue discurriendo en otros quehaceres y me descubrí pensando en lo mayor que se estaba haciendo Julia Roberts.

Ojo, aún con mis volatiles pensamientos, disfruté de la proposición de Duplicity. Una buena película de palomitas (con caramelo Julia-Clive).

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