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martes, 15 de diciembre de 2009

Mary & Max

Mary Daisy Dinkle es una niña de 4 años que no tiene amigos y vive en Australia, para revertir esta situación, no se le ocurre nada mejor que escribir a una dirección de una guía de teléfonos de New York. Max Jerry Horowitz es un señor antisocial que vive en el corazón de New York y cuya unica amistad nace de las cartas que le envía una niña al otro lado del mundo.


Destripando.

Mary & Max anuncia en sus primeras líneas lo que la película nos va a mostrar: una amistad epistolar entre una niña curiosa de Australia y un hombre anti-social de New York.

Lo que puede parecer algo inocente en un principio, se va convirtiendo por méritos propios en una sucesión de escenas profundas, con personajes de carne y hueso que ahondan en la tragedia que es este mundo sin un ápice de dramatismo y con una desenvoltura al alcance de muy pocos. La aventura que inicia la pequeña Mary está llena en todo momento de un humor fino que se filtra en cada plano de la película (un gran punto a favor, sin duda). Con un diseño visual arriesgado y unos dibujos a la altura de los personajes (impagable los pequeños gestos de plastilina), todo encaja perfectamente en el pequeño mundo del stop motion que el espectador puede notar como un mundo tan real y maravilloso como surrealista. Tan fascinante y feliz como triste y cruel.

Algo espectacular a tener en cuenta para Mary & Max es que sus epístolas translucen, en un primer momento, la inocencia de la infancia, el despertar de la adolescencia y la llegada a la madurez; y que esto, a medida que avanza el metraje, mezcla perfectamente con ese otro mundo en el que viven inmersos sus personajes: un mundo inhabitable, trágico, incomprensible, triste, espartano y fatigoso.

Es aterrador comprobar como el mundo de Max y Mary, por muy lejanos que estén, carecen totalmente de algún ápice de esperanza o belleza. Y aún así, te dejas fascinar por ambos, por el humor que sus dudas plantean y por la fuerza que radica en sus vidas, en sus pequeños actos. Por todas y cada una de las cosas que se muestran en la pantalla.

Lo que Mary & Max nos deja es una peripecia vital en toda regla. Algo que cala hondo, más allá del humor que la película derrocha, queda un poso existencial que sólo las grandes obras han podido transmitir al espectador con asombrosa facilidad como ahora lo hace este maravilloso film.

Quizá lo más asombroso es darse cuenta de que con estos seres disfuncionales y de plastilina también pueden florecer los sentimientos atemperados, los sentimientos que escondemos en nuestra coraza de carne y hueso.

Todo un logro, sí, señor.

2 comentarios:

  1. ¿Esta peli la han estranado aqui? Poruqe tiene muy buena pinta pero no me suena ahberla visto en carterla..

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  2. Hala ya estoy por aquí también xD me iré pasando. De momento me han entrado ganas de ver esta peli :D
    Un saludo.

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