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jueves, 3 de diciembre de 2009

As good as it´s get

Melvin Udall es un escritor racista, antisocial y con claros síntomas obsesivo-compulsivos. Carol Connelly es una camarera solitaria que vive con su madre y su hijo enfermo. Simon Bishop es un pintor gay que cae en la desesperación más absoluta cuando es asaltado en su propia casa. Melvin ayudará a Bishop y a Connelly sin saber las terribles consecuencias que conllevará para su vida rutinaria y obsesiva.


Destripando.

Melvin Udall (Jack Nicholson), escritor de novelas románticas y con trastorno obsesivo-compulsivo, se verá coartado por Frank Shachs (Cuba Gooding Jr.), marchante de arte que trata al pintor Simon Bishop (Greg Kinnear), para que cuide el perro de este último. Este pequeño "favor" desencadenará una sucesión de hechos que pondrán en peligro el estilo de vida acomodado y monótono de Melvin.

Han de saber que uno de los firmantes en la película es el legendario Mel Brooks. Sólo con este nombre ya bastaría para definir el fino aroma que desprende As good as it´s get. Aunque el envoltorio lleve el sello de comedia romántica, en esta película se deja entrever un cine que va más allá del argumento del amor. Puro cine que explora sin límites las tragedias diarias, humanas, deprimentes y paranóicas de los seres humanos. Y todo ello vestido con un humor y unas escenas hilarantes.

A parte del señor Brooks hay otro gran punto a destacar: Melvin Udall. Este gran personaje, que borda Jack Nicholson (uno de los mejores para el aquí presente), sirve de cimiento para que se construya sobre él toda una ópera al buen cine. Al cine con mayúsculas, al que se saborea y con el que uno disfruta. Vamos, cine Mel Brooks.

El resto del elenco cumple con creces el pulso del señor Nicholson y ayudan a la película con unas interpretaciones que marcan en ambos extremos de la película: en la comedia y en la tragedia. Porque si algo tiene esta película, es una increible facilidad para ir de un polo al otro con una facilidad y una sencillez acongojantes.

Además, el hilo conductor que supone la metamorfosis de Melvin nos lleva a una catarsis con el antes y el después, con sus penas y sus alegrías. Es esta metamorfosis el mejor epílogo de una película que saboreas en su desarrollo y te marca en su final.

Al fin y al cabo, intentar ser mejores personas nunca está de sobra en este mundo, ¿no?

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