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miércoles, 20 de enero de 2010

Sherlock Holmes

Sherlock Holmes es un famoso detective londinense y asesor de la policia británica que, ayudado por su socio el doctor John Watson, descifra los asesinatos más enrevesados con un gran poder de deducción y unas capacidades extraordinarias. Estas se verán enfrentadas a su mayor reto cuando Lord Blackwood, encerrado por Holmes y ejecutado por asesino y ocultista, resucita en busca de venganza.


Destripando.

¡Ay, Holmes! Quién te ha visto y quién te ve.

En esta nueva versión Holmes deja de ser ese tipo británico, con esa chupa inglesa a cuadros y esa lupa enorme. Este Holmes es rematadamente más fuerte, más becerro, más bestia. Adecuado a los tiempos que corren y gracias al cómic de Lionel Wigram (que servidor no ha leido) Sherlock Holmes se nos presenta rematadamente más socarrón y más héroe de acción que nunca.

Y no es mala la apuesta que hace el director Guy Ritchie. He de decir que aquí el presente no esperaba que el autor de la excepcional Snatch (¿Cerdos y Diamantes?... Estos españoles y sus títulillos) y de la no menos grata Rockanrolla, se anduviera con buen paso y pulso firme por la Inglaterra del siglo diecinueve.

En Sherlock Holmes se muestran los evidentes toques de post-producción que tanto le gustan al director (y que a mi no me desagradan del todo): cámaras superlentas y sonido espectacular, voz en off, escenas en doble tempo... Sus detalles, vamos.

Es bueno que Ritchie dé sintomas de buen cine, de su cine, más allá de las películas caseras con su ex-esposa e icono, Madonna, y de sus teóricos escenarios. Me había hecho a la idea de que Ritchie no podría armar su cine fuera del ambiente barriobajero donde siempre se han movido sus tramas. Donde los personajes y las pequeñas historias que estos conforman convergiesen en un final donde todos reciben su castigo, su merecido o su premio.

Esta vez, y como ya dije antes, la apuesta no le sale mal del todo. Con un Downey Jr. en estado de gracia, un Watson con piel de Jude Law y una chica como Rachel McAdams pululando en el papel de amante traicionera; la película se sostiene y evidencia un buen ritmo, una cámara despierta y unas escenas que dejan entrever una época convulsa y oscura. También me gusta la estela que deja el Profesor Moriarty, el archienemigo de Holmes, que no aparece en el metraje y cuya nocturnidad engalana los motivos más o menos creíbles del film.

Porque, a decir verdad, los motivos de la trama y el metraje están condimentados a la acción para el gran público y a la ayuda de este para no poner en tela de juicio la credibilidad del malvado objetivo. Eso sí, las escenas de acción tienen sus efectos especiales y sus luchas espartanas, todo para el deleite de los abyectos y la justificación de papis, mamis, novios y novias en su paso por taquilla.

Pero más allá de su porción de taquilla malsana, se puede disfrutar de una entretenida película con un elenco que no desentona, con unos escenarios bien escogidos y con una proposición que sopla aire fresco a los thrillers y a las películas de acción con la paradoja de que el protagonista es un tipo creado hace más de un siglo.

1 comentario:

  1. El encadenado9/2/10

    En esta nueva versión Holmes deja de ser ese tipo británico,
    con esa chupa inglesa a cuadros y esa lupa enorme...

    Cierto, se parece mas a Batman con un toque de Jessica Fletcher.

    Sin que sirva de precendete, de acuerdo en el estado de gracia de Downey Jr.

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