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viernes, 31 de octubre de 2014

The Knick

Serie que versa sobre la vida y obra de los médicos y enferemeras del Knickerbocker, un hospital neoyorquino de principios de siglo.






Destripando.

Para empezar, soy amigo de las casquerías. Hace mucho que disfruto viendo visceras y cabezas partidas en la pantallla de mi televisor. Desde el gore que coleccionaba mi hermano hasta las últimas y gratificantes carnicerías que he podido ver en el cine y las series ultimamente.

Utilizo esto como prólogo para indicaros que no es una serie que se ande con rodeos. Es un hospital, y es un hospital del siglo XX, aunque a veces pueda parecer del siglo I antes de Cristo. Rediós, ¿cómo hemos podido llegar hasta aquí? ¿Cómo hemos avanzado tanto en la Medicina en apenas 100 años?

Pues esa clase de preguntas son las que me hacía mientras veía al doctor John W. Thackery, un inconmesurable Clive Owen, y a todo su equipo mientras ejercen su profesión con estoicismo, recursos escasos y apenas conocimiento.

Y las respuestas, que se obtienen en el desarrollo, no son pocas y son muy gratificantes. Gracias a Steven Soderbergh y su perfección a la hora de filmar, de ejecutar planos con maestría y de recrear un oscuro mundo de mentes iluminadas. Gracias a la ambientación y gracias a los personajes que pululan por aquella sociedad primitiva, antiguo espejo de lo que somos hoy.

No hay mejor frase que la del anuncio de su primera temporada: "la medicina moderna tuvo que comenzar en algún lado". De eso trata la primera temporada, más allá de su maestría en la dirección y la ambientación, está la cruda e inestimable certeza de que muchos murieron, muchos arriesgaron y experimentaron, para que ustedes y yo podamos vivir más y mejor.

Vea la serie, aguante la respiración, la amará o la odiará. Pero sin duda, tendrá que reconocer que cualquier tiempo pasado fue peor.

PD: no quiero dejar de remarcar la banda sonora de la serie. Excepcional y personalísima, además de certera.

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