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viernes, 19 de marzo de 2010

Green Zone

Una unidad de soldados norteamericanos es destinado a la búsqueda de armas de destrucción masiva para probar las teorías que comenzaron y sostuvieron la invasión de Irak por parte de Estados Unidos.




Destripando.

El soldado Miller (Matt Damon) es destinado a una unidad militar cuyo objetivo es encontrar las armas de destrucción masiva que sirvieron como pretexto a la Casa Blanca para invadir Irak. Al intentar confirmar las fuentes de las informaciones facilitadas, Miller se verá envuelto en una oscura trama que abarca a las principales cabezas de la inteligencia y la política estadounidense.

Green Zone es una buena película mirándolo desde sus elementos más básicos: Irak post-invadida, acción al estilo Bourne, thriller de alta alcurnia (espías, mercenarios, militares, terroristas,...), un director solvente y un reparto actoral serio. Todos estos elementos bien conjuntados hacen de este film algo séncillo, visualmente impoluto, con sus dosis de adrenalina y sus momentos de suspense bien reglados.

Green Zone sabe escrutar y escarvar en los hechos para mostrarnos una trama en la que siempre destaca el sabor amargo de la mentira. Falacias bien hilvanadas de la que intuyes dos cosas: que fueron trágicas y que vinieron desde arriba. Green Zone muestra como unos pocos fueron capaces de crear un vertedero estatal -Irak para más reseñas- y como cualquier acto de denuncia es subyugado por el aparato gubernamental.

Con Green Zone tienes la tarde asegurada. Acción, suspense y un actor creíble: Matt Damon. Al aquí presente se le reafirmó la idea de que las actuaciones de este chaval, aún no destacadas en el montante global, sí suponen -y supondrán- una cierta y rara calidad que siempre han destilado personajes como Brad Pitt, Johnny Depp o Morgan Freeman, entre otros.

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